YOGA NIÑOS

 

El Yoga es un método integral de mejora humana, por lo que su práctica es buena para todas las edades y en todos los procesos de vida. La práctica del yoga favorece la salud física y emocional de los niñ@s desde muy pequeños. 

Solo necesitamos adaptar la sabiduría del yoga a las necesidades físicas, creativas y lúdicas de los niñ@s.  Los beneficios del yoga para niñ@s son tres básicos: estirarse, respirar y relajarse. También podemos tratar con ellos los principios básicos del Yoga que tienen que ver con el crecimiento personal: actitud con uno mismo, actitud con el entorno, concentración y creatividad. 

Es importante tener en cuenta qué es lo que son y no son capaces de hacer y de entender los niñ@s a nivel evolutivo, así como conocer cuáles son sus inquietudes y motivaciones.

En definitiva transmitir una vivencia de bienestar y conexión con lo que cada uno necesita. Y desde ese espacio desarrollar el habito de practicar aquellas cosas que sabes que te vienen bien y entre ellas el YOGA. 

Consideramos  que los niñ@s son Yoga y que no necesitan la mayoría de cosas que pensamos los adult@s que necesitan. A medida que crecen es como si empezaran a desconectarse de esa naturaleza intuitiva y instintiva que les permite estar en el aquí y ahora sabiendo lo que quieren. A través del Yoga creamos espacios donde puedan reconectar con esa esencia y no perderla. 

En las clases de forma sencilla y divertida vamos descubriendo las distintas técnicas que tiene el yoga para encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente. A través del juego motivamos a los niñ@s a experimentar con su cuerpo, a conectar y ser conscientes de su respiración y a entrar en estados de relajación que les permita equilibrar cuerpo y mente. La práctica les hace conectarse más profundamente con su ser interior y desarrollar una relación íntima con el mundo natural que les rodea. En las clases utilizamos el juego, los cuentos y las canciones como principal herramienta de interacción.

Dedicamos tiempo para hablar de emociones, identificarlas y expresarlas, de actitudes yóguica frente a la vida y, sobretodo, les recordamos su gran potencial y capacidad creadora para conseguir lo que deseen. Sentimos que el adulto debe acompañarlos desde un lugar de escucha activa, amorosa y respetuosa por lo que son, grandes maestros.